Lo que uno ES…

Nadie es más de lo que es, aunque crea lo contrario.
Es lo diario lo que es, y no es su imaginario.

Uno es si manifiesta, sea adentro como afuera.
No se es una entelequia, mas sí se es lo que se intenta

Cuando se habla de crecer se está hablando de en conciencia;
la que hará que desde el saber uno se amplíe en lo que manifiesta.

Cuando existe esa conciencia, y esta es en sí motora
¡el uno mismo a sí mismo se asoma! y des-cubre o crea nuevas formas.

Y uno es lo que uno es; y ni deja de ser lo que se niega
ni tampoco pasa a ser lo que de sí mismo elija o prefiera.

Los de afuera no son de palo si a lo de adentro lo va afectando
lo que haga uno con ello nos evidencia en lo que andamos.

Somos nuestra reacción y la opinión, el cómo nos veamos
pero no creamos que también seamos lo que solamente deseamos.

No, no existe «un intangible» que uno es ¡pero que no es vivible!
Sólo se es lo que Siendo se ES, y no más:

Ser es ser. Lo que somos, lo que estamos siendo.

Lo demás no es posible.

No hay ser sino hay alguna manifestación…

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DATOS DE REGISTRO Y PROPIEDAD INTELECTUAL

Lo que se ES
29/12/2023 Safe Creative #2312296512647

(En nuestra siquis vivimos un maremagnum de yos, de partes, de aspectos de nuestra personalidad. Tenemos conciencia y tenemos inconciente, y somos sus contenidos, en tanto contenidos de su continente; pero no somos lo que en ello o vemos o intuimos, necesariamente.

Ser es ser, es vivir, es manifestarlo. No es un concepto con el que nos regodeamos. No es solamente lo que nos sabemos porque somos también nuestra ignorancia, nuestro desconocimiento. Somos también nuestros sueños, y cómo somos en ellos: somos entonces soñadores y nos creemos nuestro ensueño.

Pero nunca seremos más que lo que manifestemos, tanto afuera como adentro. Aunque no lo podamos ver, lo seremos; aunque lo queramos negar, no podemos.

Se trata de crecer pero en uno mismo, en conciencia. Y a ello se llega por disposición, ganas, sabiduría y por dirigir nuestra existencia a tomar conciencia de lo que nos limita, y por la disposición y el resultado, y por la reacción que tomamos, frente a lo que percibimos por ella.

Ser no es ser una entelequia. No nos creamos nuestros delirios de grandeza ni nuestros temores más profundos. Por tenerlos, somos delirantes, mas no somos la grandeza. Somos temerosos, profundamente talvez, pero no somos nuestros miedos; necesariamente).